Es la
rama de la Psicología que se aplica al contexto deportivo, de manera que tiene en cuenta los procesos cognitivos, conductuales y emocionales de los deportistas. También involucra a personas del entorno que participan activamente en su preparación profesional, como los entrenadores.
La psicología deportiva se ocupa de la investigación y de la aplicación de mecanismos útiles para la consecución de objetivos. Es decir,
estudia al cliente, sus características fisiológicas, su contexto y los factores ambientales que intervienen en la actividad. Asimismo, busca el modo de hallar beneficios a nivel mental y físico.
Dentro de la psicología deportiva hay
diferentes perfiles profesionales, como el entrenador y el terapeuta. Por un lado, el entrenador estudia al deportista y pone en marcha estrategias en pro de su rendimiento, lo que requiere de otros profesionales (como nutricionistas o fisioterapeutas).
Por el otro, el terapeuta analiza y trata la situación emocional del deportista,
especialmente cuando sufre episodios que boicotean sus objetivos. Ejemplos de ello son el estrés o la ansiedad.
En general, un psicólogo deportivo se ocupará de lo siguiente:
- Estudio y diagnóstico. Estudia al deportista y los factores que intervienen en su comportamiento, que pueden ser ambientales, fisiológicos o de otra índole. Para ello, utiliza herramientas de la Psicología, como la entrevista, la observación o las pruebas psicométricas.
- Planificación del entrenamiento. El psicólogo deportivo programa actividades supeditadas a estrategias y objetivos, como la mejora de la atención, la concentración, la motivación o el control de emociones. Suele aliarse con otros profesionales, como el entrenador o el preparador físico.
- Seguimiento. Como profesional, debe realizar un seguimiento de la evolución de las personas a las que trata. Trabaja de manera transversal con el resto del equipo.